Tuiteando desde el aire

Cada vez que subo a un avión y, con el cierre de puertas, me veo obligado a apagar el móvil, comienzo a ver todo tipo de situaciones que me apetecería tuitear. Y es que, a pesar de ir encerrado en una cabina presurizada a más de 30.000 pies de altura, se me antoja que el vuelo sería mucho más entretenido si pudiésemos compartir píldoras de hasta 140 caracteres con nuestros seguidores y amigos en Twitter.

Así que, a modo de experimento un tanto friki, el pasado miércoles se me ocurrió ir anotando, minuto a minuto, todo lo que habría tuiteado en caso de haber tenido conexión a Internet durante el vuelo entre Gran Canaria y Madrid, a ver lo que sale. Teniendo en cuenta que estos días he asistido a un congreso sobre redes sociales, hay que reconocer que el experimento es de lo más oportuno.

Sobra decir que se agradece (y mucho) el feedback. A falta de replies, buenos serán los comentarios.

Cierran puertas. Hora de apagar. Twitter off. (14:58)

Empezamos a movernos. Unos 20 minutos después de la hora prevista, por retrasos acumulados del avión, según me responde @Iberia. (15:02)

Tras una eternidad rodando a menos 10 Km/h, entramos en pista para despegar. (15:09)

Take off… Despegamos. (15:11)

¡Impresionante la vista desde el aire de Gran Canaria cubierta de calima. (Aquí debería ir una foto, pero en el despegue no se puede usar la cámara) (15:12)

Pues sigo opinando que las nuevas butacas con respaldo ultraplano de @Iberia son bastante cómodos. (15:15)

Pero el aire acondicionado está demasiado fuerte para mi gusto. (15:16)

¡Anda, un reportaje sobre Gran Canaria en la Ronda! Habrá que leerlo para sacarle los típicos fallos. (15:21)

Al grito de “¡cuidado que paso!”, la azafata casi me arranca una oreja con el carrito del catering. (15:26)

Pues no está mal el reportaje sobre Gran Canaria. Aunque cae en los tópicos de siempre, el hecho de que el autor (Michel Jorge Millares) sea canario, ayuda. (15:31)

No está mal, tampoco, la entrevista a Colin Firth, aunque le falta algo de garra. Me resulta un tanto sosita. (15:42)

¡Hora de comer! Bocadillo de tortilla de mi padre y Coca Cola Light. (15:45)

Algo de música y a escribir una entrada sobre el 23-F… en Word (16:05)

Si encuentro el pen drive donde tengo el borrador, claro (16:06)

Para lo complicada que me parecía, acabé pronto. ¿Seguimos con Agatha Christie o con solitario? (16:45)

El tatuaje que tiene en el brazo el tío de la fila de delante me está poniendo nervioso. No le veo ni pies ni cabeza. (16:50)

Nota mental: poner a cargar el netbook en cuanto llegue a Madrid. (16:55)

Las 17:00. Hace rato que se ve tierra bajo el avión. Va siendo hora de adelantar el reloj (18:00)

Estirando las piernas, acabo de encontrarme a un antiguo compañero de Derecho. Hacía casi diez años que no nos veíamos, pero nos reconocimos. (18:10)

Me cuenta que ahora es Policía Nacional. Viene en la última fila, creo que custodiando a un detenido. (18:10)

“Tripulación: preparar cabina para aterrizaje”. (18:16)

El tatuaje del brazo del tío de la fila de me sigue poniendo nervioso. Sigo sin verle ni pies ni cabeza. (18:20)

Nos la vamos a pegar. (18:25)

¡Ah!, pues no. (18:26)

Pero ese ruido no me gusta (18:26)

Landing… Twitter on. O casi. (18:29)

Anda, hoy no me he metido con el hilo musical de @Iberia. Creo que solo escuché “Killing me softly with his song”. (18:31)

Ahora suena algo que se parece a “La Isla bonita”. Cualquier cosa será mejor que los villancicos. (18:34)

Un bache más y llegamos al finger. Hoy no tardamos mucho. (18:36)

Abren puertas. Twitter on. Fin del experimento. (18:37)