Entradas pendientes
Desde que comencé a escribir esta bitácora, hace ya casi cuatro años y cinco meses, siempre he tenido alrededor de una decena de entradas pendientes de publicación. Algunos de esos textos apenas pasan unos días o un par de semanas, a lo sumo, en fase de borrador. Sin embargo, hay otros que parece que vivirán en ese estado permanentemente.
Porque estoy convencido de que jamás terminaré de escribir al menos seis de las doce entradas que, en estos momentos, esperan –algunas desde hace cerca de tres años– ser publicadas. Unas no las acabaré porque trataban de temas que, aunque inicialmente tenía muy claros, acabaron liándose sin remedio. O otras quedaron ahí simplemente porque su tiempo, la percha de actualidad que les daba razón de ser, ya pasó. Y nunca volverá.
El problema es que me da pena borrarlas. Para la mayor parte escribí un par de párrafos –en unas pocas fueron unos pocos más– y me resisto a eliminar ese trabajo (tal vez porque forma parte de mis pensamientos; de mis paranoias), aunque sepa que ya no tiene valor y que, justo por ello, jamás verá la luz.
Aunque con la mayor parte del resto de los borradores tengo menos problemas, ya que algunos llevan ahí apenas un par de semanas y pronto verán la luz, mientras que otros son reseñas de libros recientes que tan sólo esperan que me arme de paciencia y las ataque de una vez, hay uno en concreto, el más antiguo de todos, cuyo caso es algo más complicado.
Se trata de la reseña –que empecé a escribir ¡a finales de 2008!– de la película El crepúsculo de los dioses, pero que, al igual que me ocurrió con la de otra de las obras de Billy Wilder, antes de que pudiera rematarla, debido a un cóctel de sobrecarga de trabajo y pérdida de parte del material sobre el que estaba trabajando, acabó durmiendo el sueño de los justos, en espera de un tiempo mejor.
Quizá este fin de semana sea un buen momento para revisitar a Norma Desmond en Sunset Boulevard y, al fin, terminar de contar su historia. Tal vez entonces reúna las fuerzas suficientes como para borrar esas otras entradas pendientes que, a diferencia de la suya, sé que jamás verán la luz.
Eso de “revisitar a Norma Desmond en Sunset Boulevard” me acaba de recordar un canción de Javier Álvarez…
@D’Hubert, esa ambientación musical está prevista desde que escribí las primeras líneas de esa entrada. 😉
Por cierto, no estaría mal una serie de entradas sobre ” Qué fue de… ??? ” ( por ejemplo, Javier Álvarez )
@D’Hubert, quita, quita no me des ideas que ya bastante tengo con lo que tengo y, además, eso ya lo hacen otros por ahí…