De noche en blanco
Llevo más de una hora sentado delante del ordenador, intentando concentrarme en la escritura de dos entradas que debería haber publicado hace ya unos días, pero no consigo concentrarme. Así que acabo de decidir que, en lugar de pasarme lo que queda de tarde procrastinando, mejor lo dejo para mañana.
Ahora voy a darme una ducha para salir a disfrutar de esta ciudad en la que «las niñas ya no quieren ser princesas y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra», que esta noche, además, se tira a la calle para celebrar su noche en blanco.
Joaquín Sabina, Pongamos que hablo de Madrid, 1980.