Un encuentro (y una crítica) inesperados
Al igual que ya les ocurriera el pasado año a los pasajeros de un vuelo que unía Barcelona con Gran Canaria, el pasado 21 de diciembre los 173 pasajeros del vuelo JK6474, que salió de la Ciudad Condal hacia La Coruña, se encontraron con una inesperada sorpresa a 10.700 metros de altitud. Su avión acababa de cruzarse con Papá Noel, quién dejó un mensaje personal junto con un regalo para todos y cada uno de los niños que viajaban en ese avión.
Spanair, Un encuentro inesperado, 2011.
Me gustó la iniciativa de hace un año. Me vuelve a gustar la de ahora. Sin embargo, tengo sentimientos encontrados hacia una compañía con la que he volado con muchísima frecuencia y de la que compruebo que sus niveles de calidad no hacen más que descender. Y lo han hecho hasta tal punto, que puedo calificar el vuelo que tomé el lunes de la semana pasada como uno de los peores –si no el peor– vuelo de mi vida.
Con un personal de tierra requisando los bultos de mano a quienes no habíamos facturado, aunque luego la mitad de los compartimentos para el equipaje quedaran vacíos, y una tripulación amabilísima, eso sí, pero en un avión –un Airbus A321, con capacidad para 212 pasajeros– mal conservado, lleno hasta los topes, con sillones estropeados, sin apenas separación entre filas y en el que viajé encajonado, casi sin poder moverme y con las rodillas clavadas en el asiento delantero.
No recuerdo ningún viaje así, ni en los peores tiempos de la compañía, cuando los vuelos a Gran Canaria eran operados casi en exclusiva por los incómodos MD-83 y MD-87. Fue una experiencia tan mala que me estoy planteando no volver a volar con Spanair, a pesar de que ahora mismo tengo alrededor de 18.000 puntos acumulados en mi tarjeta de su programa de fidelización, en la que, por cierto, aún no me han ingresado los puntos correspondientes a este último vuelo.
En fin, una auténtica lástima. Pero es así como se pierden clientes. Y eso no se evita por muchos regalos que hagan en Navidad.
Tienes razón, por eso cada día valoro más mis buenas experiencias en las compañías low cost.