El ombligo de España
Parafraseando a Obelix, a veces pienso que están locos estos peninsulares. Al llegar a estas tierras mesetarias me llamó mucho la atención lo fascinados que estaban -y están- algunos de ellos con los muebles de Ikea y el concepto de la tienda sueca en si. A mi, la verdad, no me parece nada del otro mundo. Tienen más calidad que los de Carrefour, pero no son nada baratos.
Durante mis primeros meses de estancia en Madrid, estuve muy en contacto con temas de estrategias empresariales, donde Ikea era un ejemplo constante. Están asombrados con muchas de las estrategias de la multinacional. Decían, por ejemplo, que era muy novedoso eso de vender muebles baratos, de calidad aceptable y que te llevas a casa y montas tu mismo, como elemento diferenciador del competidor. Igual que abrir un restaurante sueco o una tienda de productos alimenticios escandinavos. Sin entrar en valoraciones de la calidad y las bondades o no de la empresa y sus productos, no podía dejar de preguntarme dónde estaba la novedad. Eso me lo respondió la publicidad, a comienzos de este año.
En 2007, Ikea ha cumplido diez años en la España peninsular. Es decir, cuando nosotros estábamos hartos de ver anuncios de la marca sueca con acento canario y deseábamos fervientemente que el pobre Pepe llegase a algún sitio donde hubiese alguien, ellos abrían su primera tienda en la Península. Ésta era la respuesta.
Pero lo más llamativo es que el peninsular medio no concibe la posibilidad de que Ikea se instalase en Canarias antes que en Madrid. Pero fue así. Según su página web, la tienda de Gran Canaria se abrió en 1981 y la de Tenerife en 1983, pero es que la tienda de Mallorca se inauguró en 1992. Todas antes que la primera de Madrid. He discutido con más de un peninsular que me porfiaba que las de aquí eran las más antiguas de España, pero no lo son.
No discutiré, porque he estado en alguna, que las tiendas de la Península son mayores que la de Gran Canaria, pero también son más desordenadas y deshumanizadas, con sus grandes pasillos llenos de cajas de muebles que tienes que bajar de las estanterías y colocar en el carro. Eso si encuentras la mesa o la estantería que buscas entre el maremagnum de referencias. En Gran Canaria vas con el albarán al almacén y te la traen ya en el carrito. Mucho más cómodo.
Por eso me hace tanta gracia ver cómo, al argumentar que lo que aquí consideran una novedad, implantada hace poco más de diez años, lo he visto prácticamente toda mi vida, cada vez que iba al Sur a la playa, muchos me miran con esa cara de extrañeza e incredulidad propia del peninsular y preguntan: «Ah, ¿pero es que en Canarias también teneis Ikea?» Pues sí. Y antes que aquí. Ni que fueran el ombligo de España, por mucho que estén en el centro.
holiss soy de argentina re cool saludos todo cool
nada chau!
cuantos años tenes ORNELLA??