Limones salvajes del Caribe
Últimamente proliferan los anuncios publicitarios de muy dudoso gusto. Es justo reconocer que la publicidad en España tiene un nivel bastante aceptable, aunque no siempre. Ayer, mientras comíamos, no recuerdo muy bien por qué, salió a relucir el tema de los distintos usos de la mujer en la publicidad. Y, sobre todo, el degradante.
Porque, sinceramente, resulta muy chocante ver a Concha Velasco confesar a la cámara con una gran sonrisa que se siente muy segura porque usa Indasec contra las pérdidas de orina. O el de una señora de cierta edad que nos cuenta cómo no deja de sorprender a su marido gracias a un lubricante vaginal.
Como no podía ser menos, alguien comentó el caso de los anuncios de Axe. Y es que la marca de productos de higiene masculina ostenta un récord en campañas denunciadas –y retiradas– por machistas y degradantes para la mujer, aunque hay que reconocer que, pese al mal gusto, por lo general, sus spots son bastante buenos y, además, cumplen su cometido: no pasar desapercibidos para nadie.
Con esta avalancha de nueva publicidad, muy atrás queda ya un anuncio mítico, en el que una chica que se bajaba de su moto y, mientras se abría la cremallera del mono de cuero, nos decía, con voz sensual eso de «busco a Jacks». Un ambiente muy sórdido sólo para vender una colonia.
En este punto del relato es donde debo decir a mi madre que deje de leer: «Mamá, si estás leyendo esto, no sigas». Hecha la advertencia, continúo.
Vista la derivación del tema, desde las pérdidas de orina hasta Jacks, recordé otro anuncio que marcó época en los 80. Se trata de los famosos «limones salvajes del Caribe» de Fa. Posiblemente fueran los primeros pechos que se vieron en televisión en España, al menos en publicidad. Aunque en esa época era muy niño, creo recordar a una chica bajo una cascada, en medio de una vegetación exuberante, y una voz que anunciaba algo de unos limones salvajes que, en esos momentos, yo no veía.
Por suerte, trabajo en una redacción en la que hay bastante gente joven, pero, por desgracia, como con una parte de la redacción que es demasiado joven, por lo que, excepto un compañero, nadie lo conocía. Y eso que, no hace mucho, lo han vuelto a emitir en algún programa.
Después de la decepción y de volverme a sentir viejo por enésima vez en lo que llevamos de verano, lo estuve buscando por internet, pero parece que no está colgado. Aún así, encontré otro. No es el de los limones, pero bueno…
Por cierto, Mamá, te dije que no siguieras leyendo.
Laim dei Caraibe