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Las letras son universales

jueves, 12 junio 2008

Vía cruce de comentarios, me recordaba Mónica hace unas semanas al Carlos Pumares más cinéfilo, el de Polvo de Estrellas en Antena3 Radio. El Carlos Pumares que aún no se había convertido en una caricatura grotesca y antipática de la mano de las Crónicas Marcianas de Javier Sardá. Aunque hay que reconocer que el hombre siempre tuvo su genio.

Esta conversación me trajo a la memoria el programa de salud que presentaba Pumares a comienzos de esta década, no recuerdo si en Onda Cero o en Radio Voz. En concreto, recordé un corte que, más tarde, popularizó Alfonso Arús en Ya te digo, el programa que dirigía, por aquella época, y que se emitía en las noches de Onda Cero.

El programa de Arús creó a su alrededor un universo de personajes recreados a partir de cortes de los programas de televisión de comienzos de este siglo y algunos de la década de los noventa. Aunque Arús nunca fue santo de mi devoción, tengo que reconocer que, junto al equipo de colaboradores de que se rodeó, me hizo pasar bastantes noches de humor en horas de duermevela.

Hay personajes, como la Señora Tasio, Antoñita Camacho, Gregorio Cobos o Doña Concha, entre otros muchos, que me vuelven a la memoria con cierta frecuencia y que, a medida que pueda localizar los cortes que les dieron origen, les iré presentando.

Lástima que llegara José María García a Onda Cero y acabara con el programa.

Pero, volviendo al tema de hoy, Carlos Pumares también fue uno de los personajes de Arús, a cuenta de una señora que debía tener algún problema de sobrepeso y, eso seguro, de ortografía. Para el primer problema, le recomendaron un producto llamado Fibergrán. Y fue éste el que hizo evidente el segundo.

Vamos, que ni la señora ni su marido -posiblemente algo mayores- eran capaces de anotar el nombre, para desesperación y mayor enfado de un Pumares que soltó su ya célebre frase, al menos para los que escuchábamos a Arús, de «las letras son universales».

Pero, en lugar de contarlo yo, mejor lo escuchan ustedes. Aunque dura cuatro minutos, merece la pena llegar hasta el final.

Es impagable el momento final, en el que cuando consigue escribir el nombre porque Pumares se lo deletrea, después de todo el lío que se montó, la señora pregunta en tono ingenuo «¿solamente es eso?» ¿No tuvo suficiente o es que quería más?

Aún así, creo que la buena mujer volvió a llamar la semana siguiente para que le aconsejaran algo para los nervios.

[El corte de audio lo encontré en Tonterías.com]

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  1. teniente d'hubert permalink
    jueves, 12 junio 2008 1:25 pm

    Siempre se dijo que Antena 3 Radio era la emisora más erótica pq empezaba con » El primero de la mañana » y terminaba con » Polvo de estrellas » . Yo recuerdo a Pumares como miembro de aquellas sabrosas tertulias de Miguel Angel García Juez, luego continuadas en Radio Voz, y de las que también eran parte Luis Angel de la Viuda, Luis Carandell, Fernando Vizcaíno Casas, Alfonso Ortuño… ¡Que esparado era todas las navidades el chiste del perro gorilero!

    http://books.google.es/books?id=ELZ1_PJdymcC&pg=PA97&lpg=PA97&dq=ortu%C3%B1o+gorilero&source=web&ots=vSpvC7xU3u&sig=JkRqvUSURPpke12lt4ASXemJZ9c&hl=es#PPA97,M1

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