Masaje relax, discreción absoluta
Llegamos al final de este aleatorio repaso de la publicidad que aparecía en la prensa del último mes de 1978 con una tipología de anuncios que se repetía con bastante frecuencia y de forma bastante llamativa, al menos en las cuatro cabeceras que he consultado.
Imagino que con las libertades recién estrenadas, había mucho que explorar y, por ello, los anuncios de estrenos de películas para mayores de 18 y clasificadas «S» ocupaban bastante espacio en los diarios de la época, junto a los de algún espectáculo erótico y bastantes locales de ocio y relax.
De entre todos ellos -y después de mucho dudar-, al final me he decidido por el que probablemente sea el del equivalente al Masajes Sindy que tanto mentaba el Gran Wyoming en su etapa al frente de Caiga Quien Caiga. Se trata de July, un local en el que «ardientes señoritas» atendían a caballeros «en su más eufórico relax». Todo ello, con «discreción absoluta», faltaría más.
Lo más llamativo es que esta sauna, en concreto, anunciaba su «masaje corporal masculino» en plena sección de deportes del Diario16 del 4 de diciembre, en lo que constituye un claro ejemplo de dirigirse casi única y exclusivamente a gran parte de su público objetivo.
Sí, D’Hubert, igualito que el Salón Claudine*.
* El Salón Claudine era un local de Playa del Inglés que, al menos hasta hace un par de años, se anunciaba en las retransmisiones radiofónicas de los partidos de la Unión Deportiva Las Palmas, en unas cuñas en las que una voz femenina, acompañada de una música más o menos sugerente, invitaba a los aficionados a relajarse con los masajes de sus chicas, después del partido.
Nunca he averiguado la naturaleza de esos masajes, si bien la música en cuestión y un incidente un tanto desafortunado, protagonizado por un camarero de un restaurante en el que cenamos una vez, me invitan a pensar que pueden ser similares a los que ofrecían la inventada Sindy y la real July.
Y, ahora que lo pienso, ¿por qué todos estos locales tienen nombres tan pretendidamente exóticos? Mejor no contesto a eso, que me puedo liar.
Jajaja… Anticipándote a la jugada, ¿eh? Así me vas a dejar poco margen de maniobra.
Hombre… que nos conocemos desde hace mucho, D’Hubert. 😉
Ya, hombre si algo puedo opinar es que para ser justos también deberían existir salones de chicos, para después por ejemplo de una manana en la playa, ala! a dejarse «masajear», jajaja
El Claudine estaba o está en los bajos del CC de la Playa de las Burras, era claro está un puti-club con todas las de la ley.
🙂
Ayoze pero todavia existe ese local?? no estan ya algo desfasados? o estoy yo equivocada?