23 de abril: Tres lecturas
Para celebrar el Día del libro que ya concluye, este año se me ha ocurrido la idea de recomendar la lectura de tres libros desde este blog. Sin embargo, en lugar de escoger algunas de las obras que ya han pasado por mis manos, voy a recomendar dos novelas y un ensayo que forman parte de mi lista de lecturas pendientes, aunque espero que por poco tiempo.
Después de haber conocido la historia de la saga de los Buendía en Cien años de soledad, me espera otra de las más conocidas obras de Gabriel García Márquez: El amor en los tiempos del cólera, novela llevada al cine en 2007 con un resultado que, según me cuentan quienes han visto la película, constituye casi un calco del texto del Nobel colombiano.
La mayor parte de las personas con las que he hablado de Los pilares de la tierra me asegura que la obra más famosa de Ken Follet es apasionante, a pesar de abarcar varias generaciones en sus más de 1.300 páginas. Las buenas referencias boca-oído bien merecen vencer los prejuicios que genera su extensión y darle una oportunidad en los próximos meses.
El último título, El sha o la desmesura del poder, nos invita a perdernos por el Irán inmediatamente anterior a la revolución de los ayatolás, de la mano del periodista polaco y Premio Príncipe de Asturias de Comunicación en 2003 Ryszard Kapuscinski, cuya lúcida visión del mundo contemporáneo debería ser de lectura obligatoria.
Aunque dije que sólo iba a dejar tres títulos que aún no me he leído, como propina voy a recuperar una entrada con cinco más una recomendaciones de libros que escribí el verano pasado para el blog de Mónica y de la que, por uno u otro motivo, no había dejado constancia en este blog.
Aunque no hayas animado a tus lectores a formular tres recomendaciones, voy a tomarme la libertad de hacerlo ( si no es demasiado inconveniente ) .
2666, novela (póstuma) de Roberto Bolaño
EL MOZARABE, de Jesús Sánchez Adalid
LA PRINCESA PROMETIDA, de William Goldman
D’Hubert, cualquier invitación a la lectura, siempre será bienvenida, pero ¿’La princesa prometida’? 😉
…jaja… mea culpa…
Es que soy un nostálgico…
Quiero intuir que el último comentario lo firma D’Hubert, y no Eowyn… Serán los inconvenientes de compartir incluso hasta el ordenador. 😛
Ok, estás en lo correcto… no hay intimidad!!!!!!!!!!jeje
La primera la leí hace un par de anios y me gustó mucho. Cómicamente la segunda la empecé y no pude con ella, quizás vuelva a intentarlo.
@Marta, ¿por qué cómicamente?
Lo siento, queria decir «raramente», si es que mis amigos tienen razón que a veces hablo «cómico»… traduzco directamente y eso no está bien. Ya no uso las palabras «sótano» sino Keller, «cita» sino Termin… cosas de vivir en otro idioma… jejeje
Raramente porque ese tipo de lecturas me gustan mucho y las leo sin problemas. Pero me habían hablado tan bien de ella que después de un rato, me sentí decepcionada y perdí el interés. Quizás vuelva a intentarlo. Tengo en la lista «Ultimas tardes con Teresa» y otro cuyo de su título sólo recuerdo la palabra limones. jeje