«Y nada de autobuses»
Hace un par de fines de semana, volví a escuchar en la emisora de Madrid de Onda Cero un anuncio que ya emitían en mi anterior etapa en la capital y que siempre me llamó la atención por su contenido. En la cuña en cuestión, una amiga cuenta a otra las bondades de un salón de banquetes, destacando como una de sus ventajas el hecho de que no es necesario depender del transporte público para llegar y volver del mismo.
«Y nada de autobuses. Cada uno fue y volvió como quiso», es lo que, risueña, comenta como lo más destacable de la celebración de la última boda a la que asistió. Pero, para ser sinceros, no me parece la forma más adecuada de promocionar un restaurante que se encuentra a las afueras de Madrid.
Está claro que cada cual puede escoger desarrollar el tipo de publicidad que desee para su negocio, pero, siendo conscientes de que en nuestra cultura el alcohol es un elemento inherente a casi cualquier tipo de celebración, desdeñar el papel del transporte público, desde luego, no parece lo más acertado. Y mucho menos, que lo emita una cadena que promueve una fundación dedicada a fomentar la seguridad vial y poner freno a los accidentes de tráfico.
[La imagen de la marquesina la saqué de mi cuenta de Flickr]