Contradicción
La falta de sueño, ese ir por la calle como sonámbulo, cabeceando y en modo automático mientras tus ojos luchan por seguir abiertos, hacen que tu mente –tal vez en esa lucha por no quedarse dormida; tal vez porque está a punto de ser vencida por el sueño– te juegue malas pasadas, en forma de inverosímiles pensamientos que, a pesar del estado de semiinconsciencia en que se generan –o quizá por ello–, asustan por su increíble lucidez.
Si no, ya me contarán cómo se explica que cuando una persona se encuentra tan liada que apenas tiene tiempo para dormir y vaga por la vida medio sonámbula y siempre a punto de caer en los brazos de Morfeo se diga que tiene «falta de sueño». Porque digo yo que lo que padece es justo lo contrario: exceso de sueño.
O igual es que últimamente no estoy durmiendo lo suficiente y ando por las calles un poco sonámbulo.
[Fotografía de kevinrosseel/Morguefile]