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Vértigo

lunes, 17 mayo 2010

Ahora que quienes utilizamos Internet de forma cotidiana llevamos varios meses en pie de guerra en contra de los planes del Gobierno español para «regular» las páginas que facilitan enlaces para el intercambio de archivos entre particulares, pero que en la práctica puede convertirse en una peligrosa herramienta con la que intentar controlar lo que se hace y dice en la red, no he podido dejar de reflexionar acerca de cómo, gracias a Internet, ha cambiado nuestra vida en tan poco tiempo.

Un canario en Madrid en la HTC Magic

En poco más de diez años, hemos pasado de pensar que Internet era una cosa extraña, con poca utilidad y sólo para frikis –aunque entonces no los llamásemos así, sino «bichos raros»–, a ser absolutamente dependientes de ella. Tanto es así que hace unos meses me hice con un móvil con conexión a Internet de verdad (no esa cosa rara que en Movistar llamaban emoción) y, en ese corto espacio de tiempo, consultar mi correo electrónico, las últimas noticias o lo que cuentan mis contactos en Facebook o Twitter en cualquier lugar –o hacerlo yo mismo– se ha convertido en una actividad cotidiana más, casi en una nueva rutina.

Pero es que Internet irrumpió en nuestras vidas con tal fuerza, que cambió nuestra forma de relacionarnos con el mundo en muy poco tiempo. Tan poco que parece que llevamos toda la vida usando la red, aunque, en el mejor de los casos, no llegue a las dos décadas. A finales del pasado año, descubrí un meme que preguntaba cuándo fue la primera vez que te conectaste y desde dónde lo hiciste. Después de pensar durante un rato, me di cuenta de que mi primer contacto con la red fue hace tan sólo quince años.

Porque la primera vez que vi en vivo algo parecido a Internet fue hacia 1995, en casa de una compañera del instituto, cuyo padre estaba abonado a algo que se llamaba InfoVía y desde la cual se podía acceder a una muy rústica y lenta red aún no muy global.

Para abrir mi primera cuenta de correo electrónico tuve que esperar hasta finales de 1999 o principios de 2000, cuando estrenamos la flamante sala de informática con la que contaba la nueva Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue en los servidores de Terra y aún sigue activa. Unos meses más tarde, de la mano de la Tarifa Plana de Telefónica y a la fabulosa velocidad de 56 kbps, llegó Internet a casa. Un par de años después se convirtió en ADSL y ya nunca más se marchó.

Tan sólo hace una década que está aquí y ha cambiado muchas de mis rutinas para siempre. Podría vivir sin ella, por supuesto que sí, pero la vida sería un poco más complicada y mucho más aburrida. Si en tan poco tiempo ha conseguido cambiar tanto nuestros hábitos, la conclusión es que su evolución da vértigo.

Y ya que  de una evolución de vértigo va el tema, nada mejor que dejarles, a modo de propina, este vídeo que viene que ni pintado:

U2, Vértigo, 2004.

Hoy, 17 de mayo, se celebra el Día de Internet.

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One Comment leave one →
  1. teniente d'hubert permalink
    lunes, 17 mayo 2010 11:17 am

    Precisamente YouTube acaba de cumplir cinco años y parece que haya estado ahí desde siempre… En fin, hoy casi no se concibe nuestra vida sin la red.

    http://www.abc.es/20100517/medios-redes-web/youtube-aniversario-201005171053.html

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