Voy a pasármelo bien
Hace ya bastante tiempo que no escribo una entrada de este tipo. Casi tanto como el que hace que no me permitía una escapada. Y, mucho más, desde que esa escapada era única y estrictamente por placer. Pero justo eso es lo que debo de estar iniciando en estos momentos, a bordo de un avión de Ryanair –mi primera experiencia en low cost del duro–, rumbo a uno de los aeropuertos más o menos cercanos a Londres.
Hace tiempo también que necesitaba desconectar de la rutina y del entorno y, fruto de uno de esos inspiradores arrebatos, un par de semanas atrás se me ocurrió mirar billetes sin una fecha concreta establecida. Para mi sorpresa, me encontré con la posibilidad de materializar por fin el viaje que tanto tiempo llevaba aplazando sin un motivo concreto.
Liada la manta a la cabeza, en estos momentos voy camino de la capital británica donde durante casi seis días voy a poner a prueba mi oxidada expresión oral en inglés. Siete años después de haber dejado la Escuela de Idiomas no sé si voy ser capaz de hacerme entender tan correctamente como debería, pero lo que sí sé es que, ocurra lo que ocurra, voy a pasármelo bien.
Hombres G, Voy a pasármelo bien, 1989.