La cara (Picándome con Angie)
Al verle la cara, descubrió horrorizado que había cometido un terrible error.
En cualquier caso, era comprensible. De espaldas, ambos hombres eran prácticamente idénticos. Sin embargo, el rostro inerte que lo miraba aterrorizado no se parecía en nada al del hombre que debería estar muerto.
Horas después, mientras esperaba ser interrogado por el juez, no podía dejar de pensar que nunca olvidaría esa terrible expresión.
Curiosamente, no es ésa la cara que, cada noche, acude a su celda a torturarle, sino la de la víctima que nunca lo fue.


Ajá … así que no tenías nada en la recámara, picadillo 😉
Buscaré una adecuada respuesta. Besito.
Y no lo tenía, pero algo que vi en el tren, de camino a casa, me inspiró. O no. 😉