AQMA: Una aventura épica

Si la imagen, en una pantalla partida, de un jeep atravesando a toda velocidad un lodazal mientras suena la tan frenética como reconocible sintonía que Antón García Abril compuso para El hombre y la tierra es una de las imágenes más icónicas de esta serie y, también, de los años 80, lo cierto es que –al menos en mi memoria– existe otra música inolvidable ligada a imágenes de Land Rovers que intentan atravesar lugares imposibles en parajes salvajes a los que, parecía, el hombre no había llegado nunca.

Una música de película del oeste –y cuyo fragmento más característico puede escucharse en el vídeo que acompaña a esta entrada– que en la mente de un niño que veía, asombrado, los programas que resumían cada etapa de esa épica aventura, quedó ligada indisolublemente al Camel Trophy, un rally que se desarrolló durante alrededor de dos décadas para concienciar sobre la importancia de proteger la diversidad ambiental del planeta, a la vez que arrasaba con gran parte de ella en su avance por toda clase de parajes selváticos y tropicales de África, Asia o América del Sur.

Era otra época, en la que a nadie le sonaba extraño que una marca de tabaco patrocinase –y diese nombre– a un evento lúdico deportivo que, casi veinte años después de su última edición prácticamente ha caído en el olvido. Excepto cuando aquel niño de los 80 vuelve a escuchar aquella música que daba paso a una aventura tan asombrosa como inolvidable.

Camel Trophy, Careta de entrada, 1980-1990.