Como los Ojos del Guadiana
Ya sé que llevo casi tres días ausente de este rincón de la Red, pero resulta que el final de este mes de mayo agonizante, empeñado en parecer más octubre que el preludio de junio, está resultando mucho más sobrecargado de lo que sospechaba. Y lo peor de todo es que no parece que la situación vaya a mejorar sustancialmente durante los próximos días.
Creo que todo empezó a torcerse después de mi encuentro con las hijas del embajador, ya que esa noche me fui a la cama agotado, como siempre, y con un dolor de cabeza que aún continuaba seis horas después, cuando el despertador me devolvió a la dura realidad.
Una compañera de la sección, además, está de vacaciones. Su ausencia y el aumento de la actividad política vespertina empiezan a notarse, por lo que Intuyo que lo que queda de semana será tan duro como la parte que ya ha transcurrido. Además, anoche llegó, de visita, una de mis tías, con lo que este fin de semana haré cualquier cosa menos descansar y, presumiblemente, escribir. Igualito que cuando voy a casa.
Escribo, hoy, aprovechando un hueco libre antes de marcharme a cubrir la presentación de unas jornadas, mientras intento recuperarme de mi involuntaria aparición en Público (la comidilla de hoy en la redacción), en la misma fotografía que el polémico locutor Federico Jiménez Losantos (más comidilla), tomada después de la celebración de la vista del juicio por injurias al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Por suerte, la imagen sólo aparece en la edición impresa.
Pero escribir aprovechando huecos, por muchos temas que tenga en la recámara o a medio escribir, no es bueno. Hace que uno parezca el Guadiana en su nacimiento, que aparece y desaparece según le convenga. Porque estás al borde del agotamiento, compras una caja de vitaminas pensando, al menos, en el efecto placebo y deseando exprimir horas al día para poder hacer todo lo que te gustaría. Pero el día sólo tiene veinticuatro horas, y tu cuerpo y tu mente ya no pueden más.
Cuando el círculo vicioso empieza el lunes, es difícil sustraerse antes del viernes y, a veces, ni el fin de semana es suficiente para recuperar las fuerzas mínimas necesarias para volver a empezar. Y, claro, lo primero que se resiente es este blog. Por la sencilla razón de que, la mayor parte de los días lo escribo robándole horas al sueño… hasta que el cuerpo dice basta.
Y en ese momento, no hay vitaminas, reconstituyentes ni revitales que valgan. Entonces, no queda más remedio que seguir como los Ojos del Guadiana.
Ánimo y pa´lante, que el cuerpo aguanta más de lo que uno piensa!!
Sé yo de uno que no se reprimirá y te hará algún comentario sobre tu «acercamiento» a Losantos… je,je
Y por cierto…FELIZ DÍA DE CANARIAS (en la distancia)
¡Chacho, casi le sacas un ojo al hombre que tienes a tu izquierda!Por cierto, ¿tuviste tiempo de entregarle el currículum? 😀
Haz clic para acceder a 29052008.pdf
(página 3)
Jo! como me mola eso de tener un amigo que va por ahi metiendo la alcachofa esa y persiguiendo a toda clase de personajes y personajillos, tipo Losantos, menudo mamarracho!… perdón si me altero pero es que esta gente rancia me puede. Saludos y ánimo, mayo es siempre igual. Estamos a mitad de anio, lo que no se ha hecho está por hacer y con el verano tan cerca a todo el mundo le corre todo prisa.
Eowyn y Marta, gracias por los ánimos. Simplemente, son falta de vacaciones. 🙂
D’Hubert, me parece que tú y yo vamos a tener que hablar muy seriamente. Y si no enlazo el pdf será por algo, digo yo.
No estas mal en la foto. Tienes mejor cara que Losantos!
Pues como no sea la modestia, amigo mío…
Por ejemplo… El periodista nunca debe ser noticia, porque corre el riesgo de acabar como Fedegico, sin ir más lejos.
Pues eres el único periodista que se reconoce perfectamente en la foto. Y lo de no escribir no será que te ha salido algún trabajo a raiz detu aparición estelar. ¡Qué fuerte!
P.D. Si encuentras unas vitaminas que te vayan bien dímelo, porque yo también estoy medio «pa’llá».
Que si le entrego el currículum a Fedegico (¡Dios me libre!), que si me ha salido algún otro tabajo… Cualquiera diría que no me gusta estar en la Agencia. Si me hubiesen dicho que no escribo por «atender» a las hijas del embajador sí que lo hubiese entendido. 😀
Millaquito, este complejo vitamínico está muy bien:
http://www.consumercare.bayer.es/berocca/berocca.html
Millaquito, cuidado con los consejos de D’Hubert, que ya se ha presentado a no-sé-cuántas oposiciones y no hay forma de que apruebe. Igual las pastillas tienen algo qe ver, digo yo. 😛
Tranquilo, Millaquito. No las he probado, pero compañeros que tuvieron más suerte que yo en las opos me han hablado bien del producto.
Muchas gracias por la recomendación, a mí también me las habían comentado. De todas formas no creo que existan unas pastillas que garanticen aprobar, porque si las hubiese costarían un pastón