Nostalgia de calor
Este temporal de frío polar que azota la Península Ibérica desde comienzos de semana hace que uno se plantee muy seriamente dónde quedan los cálidos días del pasado verano. Porque este mediodía, a pesar de que un tímido sol intentaba traspasar unas amenazadoras nubes negras, no había quién estuviera en la calle.
Gran parte de culpa -cómo no- la tenía un viento helado, que soplaba con muchísima fuerza, mientras formaba remolinos con las hojas que arrancaba de los árboles y las bolsas y papeles que se encontraba por el suelo o sacaba de las papeleras.
Así que, a pesar de que en poco menos de mes y medio voy a tener Caribe para rato, me he encontrado añorando esos días de cálido sol, en los que se agradece una brisa ligera junto al mar. Y, claro, me vi transportado a las dos semanas que pasé el pasado mes de julio en Santander.
¡Lo que daría por volver a estar, en pleno verano, en La Magdalena! Pero, como no es posible, me conformo con recordarlo en imágenes, mientras espero que llegue el día de marcharme. No a Santo Domingo, me basta con Gran Canaria.
Pd: Marta, esta entrada te la dedico especialmente a ti, que tendrás aún más nostalgia que yo.
Cuando llevaba la prensa de la Federación de Gremios de Editores de España, les acompañaba todos los años a un curso de coorganizaban en La Magdalena. Fue entonces cuando me di cuenta de que Santander es, sencillamente, una ciudad fantástica, mágica, con buenas vibraciones. Tengo muchísimas ganas de volver. Si me quedo con algo es con su noche, con las tertulias tras una buena cena, con una copa en la mano.
Pues la rueda de prensa de presentación de ese curso, este año, me tocó cubrila a mí. Y, al día siguiente, una intervención de la directora general de CEDRO, quien tuvo un «enfrentamiento» dialéctico con los periodistas que le preguntamos de forma crítica acerca de su defensa de que los consumidores pagaran «un precio razonable por acceder a las obras en internet».
Ahí los de los gabinetes de comunicación no lo pasaron nada bien. 😉
Y, por cierto, coincido contigo: las noches tranquilas en la Magdalena o en cualquier terraza de Santander eran de lo mejorcito de esos días.
Niño no intentes venir a tu tierra buscando buen tiempo, por que aqui con eso del cambio climatico, hasta en Canarias se nota el frio, llevamos unos dias, que ni te cuento (ya te lo habra dicho tu familia supongo)
Como dice la letra de la canción que suena de fondo… » All Good Things (Come to an End) » o, en román paladino, » todas las cosas buenas (llegan a un fin)» … Bastante poético, ¿no crees?
http://es.youtube.com/watch?v=RAUas08lGuE
Clare, lo sé. Pero te aseguro que no tiene nada que ver con el frío que hace aquí, en Madrid.
D’Hubert, ¿y por qué crees que escogí esa canción para el vídeo? 😉
Se que no tiene nada que ver por que he estado por ahi con mucho frio, y al menos para mi fue la cosa mas horrible del mundo, por eso sino me queda otro remedio prefiero ir a los sitios de tanto frio en verano, aguanto mejor el calor (no mucho por supuesto) que el frio.
Nunca puse en duda tu bien gusto, querido amigo
😀
GRACIAS! en dos semanas estaré ya allí y aunque haga frío, también en invierno tiene su encanto. Por la dedicatoria, recibe un BESUCO a cambio.