¿Blanco o negro?
Odio tener que hacer de chófer acompañante de alguien que sale de compras. Sobre todo si es domingo y, aunque tenías pensadas hacer unas cuantas cosas, las dejas pendientes y agarras el coche para hacer la ruta de los centros comerciales. Y no me refiero a ir de tienda en tienda sin rumbo fijo, sino cuando buscas algo concreto –llamémoslo blanco– y te suceden situaciones como la que sigue:
–Mira, blanco. Están aquí.
–Sí… pero no me convencen. ¿Y si miramos los negro? Los negro son mejores.
–El negro es más caro y para lo que lo necesitas, los blanco te vienen mejor.
–No sé. Vamos a ver los negro… Tú, ¿qué crees? ¿Son mejores?
–La pregunta es si son más útiles.
–Estos negro no me gustan. Vamos a otra tienda.
–Ahí no hay como los que tú buscas.
–Vamos.
* * *
–No hay negro.
–Te lo dije.
–Está visto qué cuándo buscas algo concreto nunca lo encuentras. Vamos aquí al lado.
* * *
–Mira los negro. ¡Qué caros!
–Ya.
–Y estos, ¿qué te parecen? Son más baratos.
–Están bien.
–¡Ah!, pero son blanco. ¿Un blanco está bien?
–¡¡¿¿??!!
–Desde luego, no sé para qué salgo contigo, si no das ninguna idea.
–Pero… ¿qué te llevo diciendo desde que llegamos? Que para lo que tú lo quieres es mejor un blanco.
–Es que los negro son mejores y pensaba que podría haber un negro al precio de un blanco.
–Los negro siempre son más caros.
–Pero yo pensaba… ¿dónde podré encontrar un negro barato?
–Es que no hay negro a precio de blanco.
–Anda, vamos, vamos…
Así que, después de dejar de hacer todo lo tenías pensado hacer ese domingo, te ves volviendo a casa sin haber comprado lo que habías ido a comprar. Y lo peor de todo es que el próximo domingo habrá que repetir la historia. Pues saben lo que les digo, que la acompañe Rita.
Pero, para qué me engaño, si la semana pasada dije lo mismo, cuando la discusión estaba entre comprar un rojo o un azul.
Nota: pueden cambiar blanco y negro por cualquier ítem susceptible de ser regalado y su contrario en las próximas Navidades.
Jejejeje menos mal sólo es una vez al anio! paciencia, pronto acabará
Y la pobre dependienta presenciando la conversación,sin vender nada y sin llevarse la comisión calentita de trabajar doble turno un domingo…
😉
jiji