El fútbol como nunca lo había visto

Quienes me conocen saben que no soy demasiado futbolero, aunque cada fin de semana sufra –y bastante– con las desventuras de la Unión Deportiva. Sin embargo, el que no sea un fanático del balompié –siempre me encantó esa palabra, que asocio indefectiblemente con Zipi y Zape–, no significa que haga ascos a la posibilidad de disfrutar de un buen partido de fútbol. Sobre todo, si es un encuentro tan interesante como el Real Madrid-Sevilla del pasado sábado y te invitan a verlo en un palco de empresa del Santiago Bernabeu.

Porque, en una ocasión como esa, se suman dos experiencias. Por una parte asistes a un espectáculo vibrante en el que el Sevilla, casi sin hacer nada, se encontró con dos goles a favor disparando a puerta una sola vez, mientras que un Madrid casi desquiciado –y sabedor de que con una victoria arrebataría el liderato al Barcelona–, se estrellaba una y otra vez con Palop o contra los palos. Sin embargo, al final –y, tras haber empatado en apenas dos minutos–, acabó marcando el tercer tanto en el tiempo de descuento.

La otra experiencia está en cómo lo vives desde un palco sólo para nueve personas, con calefacción, una pantalla desde la que ver las repeticiones de las jugadas y una azafata que, además de estar atenta para ofrecerte algo de beber cuando acabas tu copa, aparece cada cierto tiempo con una bandeja de canapés. Además, en el descanso sirven un bufé en el antepalco.

Es una sensación extraña, porque estás en el estadio, pero, a la vez, es como si no estuvieras, como si el cristal que te aísla del exterior quitase algo de realidad a la experiencia, creando un muro invisible entre quienes disfrutan de la comodidad del palco de Lufthansa y el resto de personas que abarrotan el estadio. Pero el caso es que estás allí y disfrutas del partido tal y como sólo se puede hacer en un campo de fútbol.

Aunque sé que es difícil, para que se hagan una idea de cómo es ver un partido desde un palco VIP del Bernabeu, les dejo el saque inicial grabado con el móvil, no sin antes advertirles de que en vivo se veía mucho mejor.

Pd: Si alguna vez tienen la ocasión de ver jugar a Cristiano Ronaldo en persona, aprovéchenla, porque puedo asegurarles que no tiene nada que ver con cómo se ve a través de la televisión. En vivo es, aunque parezca imposible, muchísimo mejor jugador.