El pequeño Cid
La pasada semana, D’Hubert nos recordaba en un comentario a la entrada en la que hablaba de la serie de dibujos animados del Quijote, la cabecera de la otra serie que, por aquellos años y a su modo, dedicó Televisión Española a otro de los grandes personajes de la literatura española: Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
Ruy, el pequeño Cid, créditos de apertura, 1980.
Coproducida por BRB Internacional –la misma de D’artacán y los tres Mosqueperros y La vuelta al mundo en 80 días de Willy Fog– y la japonesa Nippon Animation para Televisión Española, Ruy, el pequeño Cid narraba la supuesta infancia del futuro protagonista del famoso cantar de gesta, transcurrida en una época muy convulsa, tal y como se encargaba de recordarnos el narrador con su particular clase de historia, antes del comienzo de cada capítulo.
Tal vez porque nunca fue de mis favoritas, los recuerdos que tengo de esta serie son mucho más aislados y bastante más desdibujados que los de muchos otros programas que ya han salido por aquí. De hecho, mentiría si dijera que recordaba claramente la canción del comienzo –pero sí la introducción histórica–, aunque puede ser que se deba a que los créditos finales, que recordaba perfectamente, me gustaban mucho más.
Sin embargo, con respecto a esta serie siempre me ha corroído la duda de no saber por qué, si el Cid se llamaba Rodrigo, cuando era niño –y siempre según la serie– era conocido como Ruy.
Y, antes de que me lo pregunten, no. Que yo recuerde, de pequeño nadie me llamaba así.
Ruy, el pequeño Cid, créditos finales, 1980.