Lo que tiene Sevilla (cuando llega el EBE)

Escribo la segunda entrada del día –estoy que no me reconozco– para comentar que, si todo va según el plan previsto, en estos momentos debo de estar sobrevolando algún punto del Atlántico a bordo de un avión con destino Sevilla, ciudad que ya he visitado en cuatro ocasiones, desde que los días 7 y el 8 de julio de 2010 pasara mis primeras 23 horas en ella.

Al igual que en otras dos ocasiones anteriores, el motivo que me lleva hasta la capital andaluza es la celebración del EBE, un evento imprescindible para quienes nos movemos en el mundo de Internet y una excusa para (re)encontrarnos con los viejos y nuevos amigos que casi cada año nos reunimos en torno a la red.

Aunque el programa de esta edición es, a priori, sumamente interesante, no prometo escribir nada durante los próximos dos días y medio, ya que, como también ocurrió en las ediciones pasadas, lo más probable es el escaso tiempo libre de que disponga lo pase intentando descubrir en que consiste ese encanto que tiene Sevilla cada vez que llega el EBE.

Y es que, quién sabe, quizá sea tanta gente reunida con ganas de aprender y pasarlo bien la que le dé ese color especial.

Los del Río, Sevilla tiene un color especial, 1991.