Volando hacia casita
Casi es medianoche cuando consigo arañar unos minutos para sentarme ante el ordenador. En la radio Joaquín Sabina canta a su Princesa de la boca de fresa y yo, por primera vez en el día, y probablemente en la semana, comienzo a relajarme. Lo que tenía que hacer ya está hecho y mañana, con el alba, parto para casita.
Estas dos últimas semanas han sido de locura. He tenido una entrevista, dos ruedas de prensa normales y otras dos con cóctel. Ayer en el Ritz y hoy mismo en la Bolsa de Madrid. Además, me fui de fin de semana a Asturias, acabé de leerme dos libros más y he dejado ya no sé cuántos temas preparados en el trabajo para el tiempo que voy a estar fuera.
Con tanto lío, no sé ni cómo he podido preparar la maleta. El cansancio y la falta de tiempo me han hecho, además, descuidar el blog. La contrapartida positiva es que se me acumulan los temas sobre los que quiero contar cosas. Ahora que he conseguido relajarme un poco me apetece escribir, pero mi despertador me reclamará a las seis en punto de la mañana y creo que el cansancio va a poder más.
A partir de mañana, al fin en casa, tendré todo el tiempo del mundo para escribir. Me temo que este par de semanas en la Isla se me va a pasar volando. Sabina no deja de preguntarse quién le ha robado el mes de abril y yo me voy a la cama. Espero despertar, mañana, un poco más cerca de Gran Canaria.
Joaquín Sabina, Princesa, 1985.