20 minutos que no tienen desperdicio
Llego a través de Loly, compañera de fatigas durante un par de años en mi antigua labor bancaria, hasta un vídeo que recoge la intervención del Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud Pérez en la V Tertulia del Consejo Escolar de La Comunidad de Madrid, celebrada en junio de 2006, bajo el lema «Familia y Escuela ante la Prevención de Conductas de Riesgo».
Emilio Calatayud es un hombre campechano, que se ha dado a conocer a raíz del carácter educativo que imprime a las sentencias que dicta como juez de menores. De sus palabras se deduce que es una persona convencida de que la justicia tiene que cumplir con la labor reeducadora que impone la Constitución española a las penas. Sin embargo, también alerta del papel que tienen que cumplir las familias, los centros escolares y la propia sociedad en la formación de nuestros jóvenes.
En 30 años la sociedad española ha sufrido un cambio radical. Se ha pasado de una férrea disciplina a la libertad absoluta. Para este juez, que cuenta con su propia entrada en Wikipedia, hay que encontrar el punto de equilibrio.
Si alguna vez tienen la oportunidad de escucharlo hablar en un medio de comunicación, háganlo, porque es una verdadera delicia. De la pasión con que se expresa se desprende que cree en lo que hace y en el poder que tenemos cada uno de nosotros para ayudar a cambiar, poco a poco, la sociedad en que nos ha tocado vivir.
Si tienen ahora 20 minutos libres, vean el vídeo que sigue (está dividido en dos partes). Pueden escucharlo mientras navegan por otras páginas o hacen cualquier cosa en casa. Les recomiendo que presten mucha atención a su intervención, porque, además de entretenida, no tiene desperdicio.
Recientemente tuve oportunidad de escucharlo en una emisora de radio y, desde luego, no da puntada sin hilo. Es verdad eso de que se ha pasado de un extremo a otro: en mis tiempos, tratabamos a los profesores de Usted ( de hecho, tenían tanta autoridad moral como nuestros padres ) e, incluso, formábamos en el patio antes de entrar a clase, todo lo ordenadamente que se puede pedir a unos niños. Por otro lado, recibíamos una formación integral, no solo en conocimiento técnicos, también en valores. Hoy día se viene comentando mucho que el sistema educativo está fracasando ( seguramente, en mi opinión, por que se le pide más de lo debe dar: muchos padres no participan en la labor de enseñar y educar a sus hijos, algo que no solo debe hacerse en la escuela, sino tambien y sobre todo, en la familia ) .
Es que se puede dedir más alto, pero no más claro… ni de forma más amena.