Solitario
Siempre pensó que la ludopatía era una enfermedad que arruinaba a los que malgastaban su tiempo entre casinos, bingos y máquinas tragaperras.
En todo momento procuró mantenerse alejado de mesas de ruleta o blackjack y nunca se le ocurrió acudir a una de las timbas que todas las semanas organizaban sus amigos.
Por eso, casi sufrió un infarto el día en que dos ejecutivos de Microsoft se presentaron en su casa para reclamarle el pago de los cientos de miles de dólares que había perdido jugando a su solitario.


Ups! … el buscaminas también cuenta?… ;(
Me ha gustado, enhorabuena!
jajajajajjaaj
¡¡Dioooos, qué cuento de terror!!! Qué miedo da que nada sea gratis y alguien venga a pedirte los pagos atrasados de toda tu vida…