La publicidad matinal y la crisis

Hasta esta mañana, hacía bastante tiempo que no madrugaba lo suficiente como para desayunar con el primer Telediario matinal de TVE. Levantarte y tomar el primer café después de las nueve es una de las pocas ventajas que tiene esto de trabajar por las tardes.

Sin embargo, hoy tenía cita a primera hora de la mañana en el centro de vacunación internacional, por lo que encendí el televisor para escuchar el final del último informativo del Canal 24 horas y el comienzo del Telediario matinal, mientras desayunaba.

Me llamó la atención que entre ambos espacios, lo que hace apenas cinco meses era una cascada de anuncios de todo tipo de financieras sin interrupción, hoy estaba ocupado por anuncios de teletienda y yogures desnatados o que aseguran facilitar el tránsito intestinal.

Ya sospechaba que la publicidad de préstamos con altos tipos de interés y condiciones leoninas prácticamente habría desaparecido de las pantallas de televisión. Sin embargo, nunca imaginé que, como efecto secundario de la crisis financiera, la publicidad propia de los magacines de media mañana había invadido la hora de los madrugadores.

Bien mirado, es lógico. Con la que está cayendo, más de uno necesitará ayuda para ir tranquilo al baño.