Ordenalfabético García Pérez
Los españoles no somos conscientes de la inmensa suerte que tenemos de vivir en un país en el que todo va tan bien, que nuestro Gobierno puede dedicar todos sus esfuerzos a resolver problemas donde no los hay. Porque, si no, ya me dirán a cuento de qué viene esa reforma del Registro Civil en la que se obliga al juez, en aras de la ¿igualdad?, a registrar los apellidos en orden alfabético cuando los padres del menor a inscribir no se pongan de acuerdo en cuál debe llevar delante y cuál detrás.
No puedo dejar de preguntarme qué clase de igualdad es esa para los discriminados linajes cuyos apellidos que empiezan por R, T, V o Z. Eso por no mencionar que si hay padres que no son capaces de ponerse de acuerdo en algo tan sencillo como decidir el orden de los apellidos de su hijo, no quiero ni imaginar cómo serán las desavenencias cuando tengan que decidir acerca del resto de los aspectos de su educación.
Claro que eso al Gobierno le da igual. O le beneficia, según se mire. Porque mientras discutimos sobre qué apellido debe ir delante, nadie se acuerda de la alarmante tasa de paro, de la maltrecha situación de la economía ni de la corrupción –por citar solo tres ejemplos– que campan a sus anchas por este inmenso solar (si aún no lo es, va camino de serlo) que se llama España. Y así nos va.
Pero, eso sí, en estricto orden alfabético.
Están locos estos romanos…
http://www.asterix.com/enciclopedia/personajes/ordenalfabetix.html
@D’Hubert, más bien sería «están locos estos hispanos» (de Hispania). En cualquier caso, ¿no viste la apostilla que hice en Facebook? 😉