Donar bajo la lluvia

Ayer por la tarde me llevé una agradable sorpresa cuando me acerqué a la plaza de Santidad, mi barrio de toda la vida, con la intención de donar sangre, ya que a comienzos de la semana, me llamaron del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia para decirme que esa tarde una de sus unidades móviles de extracción estaría allí. Al llegar a la Plaza me encontré con que las tres camillas con las que cuenta la guagua estaban ocupadas y cuatro personas esperaban, bajo la lluvia, a que les llegara el turno de donar.

Hace unas cuantas semanas escribía en esta bitácora sobre del llamamiento del ICHH para que los donantes universales y de grupos raros se conciencien de la importancia de hacerlo de forma habitual y de los problemas que se derivan de la escasez de sangre, un compuesto que el hombre aún no es capaz de fabricar en el laboratorio.

Por eso, me resultó gratificante saber que durante las cuatro horas que la unidad móvil estuvo en Santidad, atendió alrededor de 35 donantes, bastantes de los cuales –yo mismo entre ellos– tuvieron que esperar alrededor de media hora bajo una inusual tormenta de verano a que llegara su turno.

Mi barrio, a pesar de ser uno de los más poblados del municipio (que en 2010 contaba con 36.745 habitantes según el INE) y de contar con dos colegios, consultorio médico, farmacia, un Mercadona y, desde hace un par de semanas, una tienda de chinos, no se caracteriza porque sus calles acojan una gran vida social. Así que el hecho de que el personal de la unidad móvil del ICHH te diga que están muy satisfechos porque no han tenido un momento de descanso en toda la tarde debido a la alta afluencia de donantes es para sentirse orgulloso.

Porque, al final, de lo que se trata es de ser solidarios y emplear unos cuantos minutos de nuestra vida en donar una sangre que puede salvar a varias personas. Ante eso, me alegra haber podido comprobar que –al menos mientras yo estuve allí– ninguna persona de las que acudieron a donar se marchó por tener que esperar un rato bajo la lluvia.