Mañana vuelvo
Hago un alto en la finalización del cuento con el objetivo de evitar un bloqueo que me amenaza desde que empecé a escribirlo –saber que su destino es aparecer, impreso, en un libro supone mucha más presión que publicarlo en un blog– y lo aprovecho para reflexionar –mirándome un poquito el ombligo– sobre algunos hechos que han acaecido durante estas tres últimas semanas en la trastienda de esta bitácora.
Ya he comentado en varias ocasiones –quizá demasiadas– que actividades como un curso de análisis de información financiera, el taller de relatos, el puzzle o, más recientemente, la selección y posterior edición –aún pendiente– de más de 280 fotos que quiero colgar en mi galería de Flickr, a las que se ha unido el hecho de que tampoco estoy pasando por uno de mis mejores momentos, han traído como consecuencia que tenga desatendidas dos de las actividades a las que más tiempo y ganas solía dedicar: la lectura y escribir para este blog.
Aunque he intentado que esa ausencia se notara lo menos posible, escribiendo algunas entradas que podríamos calificar de emergencia, compartiendo algunos vídeos curiosos o comentando brevemente otros asuntos que me llamaban la atención, durante todo el mes pasado asistí a un desplome en el número de lectores de esta bitácora, que convirtió a junio en el peor mes en número de visitantes únicos desde abril de 2008, con una media de visitantes diarios similar a la de los primeros meses de ese año.
El inicio de julio arrojaba unas cifras que parecían confirmar esa tendencia a la baja –no sólo achacable a las vacaciones, aunque en parte sí–, hasta que, tras publicar dos entradas algo más elaboradas, el número de visitas se elevó hasta cifras ligeramente inferiores a la media que venía siendo habitual hasta bien entrado el mes de mayo, obteniendo, además, un aceptable número de comentarios, parcela que también se había resentido bastante.
Con estos datos en la mano llego a la conclusión de que parece que los lectores de esta bitácora prefieren, antes que una presencia constante pero poco personal, entradas tras las que se encuentre una mayor carga de reflexión y, por tanto, más personales. Repaso las más leídas en el último año y descubro que casi todas –incluso aquellas que tratan temas más o menos frívolos– contienen una importante carga de reflexión.
Últimamente he leído varios artículos –de esos que salen cada cierto tiempo– sobre qué hay que hacer para conseguir aumentar las visitas que recibe una bitácora. Después de leer unas cuantas reflexiones y bastantes consejos más sobre el asunto, sólo tengo una cosa clara: en un momento dado, es muy fácil aumentar los visitantes que recibe un blog. Basta con escribir sobre el tema oportuno, poner el título apropiado y usar las etiquetas adecuadas. Que lean lo escrito, es lo de menos.
Sin embargo, mantener los visitantes, fidelizarlos es un asunto mucho más complicado, para el que no existen recetas fijas. En el caso de esta bitácora, parece que los lectores prefieren la reflexión a la producción por la producción. Tomo nota, repaso la lista de temas sobre los que he empezado a escribir y remato alguno de ellos.
Pero antes me marcho a terminar el cuento. Mañana vuelvo.
Coincido contigo en que se hace difícil a veces fidelizar a los lectores y se nota tanto cuando apenas uno está unos días sin publicar cosas, bien sea por vacaciones o por falta de tiempo. La popularidad de las entradas es a veces algo que escapa a mis manos, cuando uno a veces tiene la sensación de currarse una entrada es cuando menos comentan mientras que sucede al contrario cuando una entrada es algo más simple, nos pasa a muchos.
Aunque hace relativamente poco tiempo que sigo el blog, animarte a que continues. Ya sé que no es fácil, y a veces la imaginación o las ideas escasean pero tus lectores fieles te lo recompensarán cuando publicas una entrada de calidad.
Un saludo de un canario en Hong Kong 🙂
@Javier, después de más de dos años y seiscientas y pico entradas, también yo entiendo cada vez menos cómo escribir una entrada que triunfe. Hasta no hace mucho, aquellas en las que más tiempo invertía eran las que más desapercibidas pasaban, pero ahora parece que la tendencia se ha invertido.
Pese a todo, en ningún momento se me ha pasado por la cabeza dejarlo.
Saludos. Seguiré leyendo tus andanzas orientales. 😉
Ruymán,
No te agobies por lo que NO ES.
Mayo, Junio, Julio… = Examenes, Recuperaciones y luego Vacaciones para con gran probabilidad «desconecting People» ; )
Recuerda lo maravilloso que es lo que haces cada día y la Gran Suerte que tienes por ello.
Pd: Te recuerdo que en un minuto puede darse todo un revés. Disfruta y Se Feliz.
A modo de anécdota : Ir un Fin de Semana en Fuerteventura a mi hermano y cía. para disfrutar de sus incomparables playas, supuso que ayer parte de la familia se trasladase «volando desde Tenerife» a el Hospital de la misma, motivado por un resbalón de madrugada en el baño del Hotel con la inoportuna brecha en la cabeza. No fue casi nada, un Mini TCE… ; )
Saludos, MariaC.
2ª Pd:
Si estás en Madrid pide un cortadito Leche y leche pa´ reirte un rato
@MariaC: Es el calor. No te preocupes. 😉