El regreso de Carlos Cay
Me pasé casi todo el mes de julio esperando que llegara agosto sólo por volver a leer sus desventuras. Aunque el arranque de esta tercera temporada no termina de engancharme, con un poco de suerte los próximos 28 días encontraré un motivo para levantarme de la cama y enfrentarme a un Madrid infernal con una sonrisa agridulce en la cara.
Carlos Cay ha vuelto. Y espero que, como en los dos años anteriores y aunque en esta ocasión no se cague estrictamente en sus viejos, no deje indiferente a casi nadie. Eso supondrá que vuelve a merecer la pena.
[La ilustración de Carlos Estrada la saqué de la columna de ayer]