El papel de Canarias en Eurovisión (II): Yo no sé si tú recordarás que fui noveno
Después de la decepcionante actuación firmada por Braulio en 1976, hay que esperar solo dos años para volver a encontrar a otro canario al frente de la representación española en Eurovisión. En 1978, el año de la erradicación de la viruela, la aprobación de la Constitución y el nacimiento de quien escribe estas líneas, el XXIII Festival de la Canción de Eurovisión se celebraba en París y hasta allí se fue el teldense José Vélez, dispuesto a conquistar al público europeo.
A pesar de la fama de gafe que acompaña al intérprete grancanario, la noche del 22 de abril de 1978, Bailemos un vals firmó un meritorio noveno puesto, todavía no superado por ningún representante procedente del Archipiélago. Aunque, quizás las expectativas de la canción eran superiores al resultado logrado, ya que el tema había sido compuesto por Manuel de la Calva y Ramón Arcusa (que también dirigió a la orquesta), autores del La, la, la, tema con el que España se alzó con la primera de sus dos victorias en el certamen.
Sin embargo, en 1978 (al igual que en la siguiente edición) el triunfo final iba a ser para el tema israelí, A-Ba-Ni-Bi. La canción interpretada por un José Vélez impecablemente vestido de blanco, y cuyo vídeo se grabó en varios rincones de Gran Canaria, obtuvo 65 puntos, gracias a los votos otorgados por Finlandia (7), Suiza (8), Bélgica (2), Países Bajos (4), Turquía (7), Mónaco (4), Grecia (6), Dinamarca (12), Luxemburgo (2), Israel (6) y Austria (7).
Como curiosidad, podemos señalar que José Vélez no fue el único intérprete español en subir al escenario de Eurovisión ese año, ya que Baccara representó a Luxemburgo con el tema Parlez-vous français?, que, con 73 puntos (España le otorgó la máxima puntuación), finalizó dos puestos por encima de la delegación encabezada por el cantante grancanario.
Afincado en Madrid desde hace años, al igual que ocurriera con Braulio, el intérprete de Canarito, Vino griego o Un año más, ha obtenido mayor reconocimiento en Latinoamérica que en su España natal, si bien su figura es algo más conocida que la del cantante de Santa María de Guía.
José Vélez, Bailemos un vals, 1978.
La serie al completo:
El papel de Canarias en Eurovisión (I): Terceros por la cola. Sobran las palabras.
El papel de Canarias en Eurovisión (II): Yo no sé si tú recordarás que fui noveno.
El papel de Canarias en Eurovisión (III): Se quedó llorando su pena en el décimo lugar.
El papel de Canarias en Eurovisión (y IV): Agregados y coristas.