Dos sin tres
Tengo que reconocer que el eslogan escogido para animar a la Selección Española de Fútbol en la Eurocopa que acaba de finalizar –«No hay dos sin tres», en referencia a la consecución de la anterior Eurocopa y el posterior Mundial– me disgustó desde que lo escuché por primera vez. Entendía que hacía referencia a la posibilidad de volver a hacer historia –hasta este momento ningún país ha conseguido ganar dos Eurocopas consecutivas y el Mundial que se celebra entre ambas–, pero usar un tópico tan manido como ese es un síntoma de absoluta falta de ideas y mediocridad.
Además –y no era el único que lo pensaba–, me parecía que la Selección no las iba a tener todas consigo en esta ocasión. Si ganar la Eurocopa de 2008 ya fue un sueño y repetir en el Mundial de Sudáfrica, poco menos que entrar por la puerta grande en la historia del fútbol, el sufrimiento de los primeros partidos –no tanto en el empate contra Italia, como en la victoria ante Croacia– hacía temer que repetir la gesta iba a ser muy complicado.

Foto de familia de los ganadores de la Eurocopa 2012
Pese a la victoria relativamente cómoda frente a Francia en cuartos y con el posterior sufrimiento ante una dura Selección portuguesa en semifinales, repetir victoria en la final ante una Italia que había desarrollado un torneo de menos a más no parecía una tarea fácil. En cualquier caso, y pasara lo que pasara, disputar tres finales en cuatro años no puede calificarse precisamente como un fracaso.
Quizá por ello, y tal vez porque el único gol encajado en todo el torneo lo había marcado el combinado transalpino, este domingo me resigné a sufrir frente al televisor durante al menos 90 minutos más.
Pero no hubo que sufrir. Resulta que España esperó a la final para hacer su mejor partido de esta Eurocopa 2012, ante una Italia que, aunque asustó en algunos momentos de la primera parte llegó al descanso con un marcador desfavorable de dos goles a cero. El resto del partido –con otros dos goles incluidos– ya fue casi de puro trámite para volver a entrar en la historia del fútbol.
A pesar de mis objeciones hacia el eslogan que desterró el ya tradicional «¡Podemos!» –quizá porque después de lo ocurrido en estos cuatro años ya nos creemos que sí, que podemos–, hubo tercera y, por primera vez en la historia, una selección, la española, consigue lo que ninguna otra ha conseguido. Y goleando, con la autoridad de un campeón del mundo que no logró su título por casualidad.
Por eso, ahora mismo, en cientos de ciudades repartidas por toda la geografía española e, incluso, en algunos lugares del extranjero, miles de españoles celebran este nuevo triunfo que hace muy poco tiempo prácticamente todos habríamos catalogado como una historia de ciencia ficción.
Parece que sí, aunque (me) parecía casi imposible, hubo dos con tres. Quizá va siendo hora de empezar a creerse que la Selección española se ha instalado entre las grandes del fútbol mundial. Llegó hace cuatro años y tiene la intención de quedarse durante muchos años. Habrá que acostumbrarse.
[La foto oficial de los Campeones de Europa la encontré en la portada de Canarias7.es]
La Selección de fútbol de España viene con un gran nivel desde hace tiempo. Es la ganadora de la última edición de la Eurocopa disputada el pasado año 2008, ganándole nada menos que a la siempre difícil selección alemana. Posiblemente este equipo sea la mejor selección española de la historia.