La invasión de cantantes «celestiales»

No se me ocurre una forma más apropiada de iniciar la Semana Santa que hacerme eco por aquí de esta especie de plaga de cantantes salidos de un convento, monasterio o seminario y que, de momento, parecen destinados a conquistar la Red. Porque, si todo comenzó hace unas semanas con la monja que decidió participar en la edición italiana de La Voz para compartir «su don» con la audiencia del país transalpino y, de paso, convertir su audición en viral, ahora los instantes de gloria son para el cura que soñó con convertirse en Leonard Cohen.

Se trata de Ray Kelly, un sacerdote irlandés que hace unas semanas decidió sorprender a los asistentes a una boda –y a los contrayentes, todo sea dicho de paso– con su particular versión del archiconocido Hallelujah del canadiense. Su actuación, que a la hora en la que escribo este texto roza los 22 millones de reproducciones en YouTube, finalizó con los feligreses en pie y una enorme ovación, más propia de un auditorio que de una iglesia.

Fuente: Original big surprise for Bride and Groom (YouTube).

Dice mi hermano, y no sin razón, que a este paso a alguien se le va a ocurrir hacer una versión del talent show solo para religiosos y similares. Si es así, solo espero que se abstengan de invitar a Flos Mariae y su «loncha de queso en un sándwich preso».

Los participantes, eso sí, seguro que cantarían como los ángeles.