Amarillo es mi color

Los Simpson ya están listos para el Derbi / Autor desconocido

Hace ya cinco años, coincidiendo con el 60 aniversario de la fundación del club, la Unión Deportiva Las Palmas, convocó un concurso entre cantantes y grupos musicales de la isla para escoger el Piotemazo o, lo que es lo mismo, una canción con la que, junto a un spot televisivo, conmemorar esa efeméride en una campaña en la que el equipo aspiraba de nuevo a ascender a Primera División.

Cinco temporadas después y tras dos años rozando el ascenso, contra todo pronóstico, la Unión Deportiva parece haber olvidado las dolorosas circunstancias que frustraron su ascenso ante el Córdoba a tan solo treinta segundos del pitido final. La imagen de un estadio de Estadio de Gran Canaria que durante noventa minutos había sido una auténtica fiesta, convertido en el escenario de una vergonzosa batalla campal por culpa de un par de centenares de descerebrados dio la vuelta al país y muchos temimos que los jugadores, anímicamente destrozados tras lo que había ocurrido tardarían mucho en superar ese golpe.

Sin embargo, un cambio de entrenador y unos cuantos retoques en la plantilla después, el equipo parece haber convertido aquel aciago episodio en un revulsivo, en el motivo al que necesitaban agarrarse como excusa para, esta vez sí, dar una alegría a la afición —pero a la de verdad, no a aquellos niñatos que invadieron el campo y privaron a la isla de un ascenso que llevaba más de una década esperando— y devolver al equipo a la Primera División por la puerta grande.

De momento, tras cinco jornadas disputadas, la Unión Deportiva Las Palmas lidera en solitario la Segunda División y este domingo se enfrenta a su eterno rival, un C.D. Tenerife que no termina de cortar la racha negativa iniciada a finales de la pasada temporada, lo que le ha llevado a coquetear con los puestos bajos de la tabla clasificatoria.

Todavía es muy pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero estas primeras jornadas auguran un futuro prometedor. Porque ya ha ocurrido lo que parecía imposible y el episodio del Córdoba, si no olvidado, ahora tan solo parece una lejana pesadilla que, eso sí, conviene no olvidar para que no vuelva a repetirse. Aunque parecía imposible, tan solo tres meses después la ilusión se ha instalado de nuevo entre la plantilla y los aficionados de la Unión Deportiva, que, lejos de abandonar a su equipo, han superado el número de abonados registrado en la última campaña.

Por eso, tampoco me extraña que en las últimas semanas haya comenzado a circular por los grupos de WhatsApp de la Isla una peculiar versión de Amarillo es mi color, canción del cantautor Luis Quintana que en 2009 logró el título de Piotemazo del 60 aniversario de la fundación de la U.D. Las Palmas.

El vídeo, a cargo de un grupo de aficionados del equipo, parece grabado precisamente justo antes de jugar contra el Córdoba y resume a la perfección el porqué de esos sentimientos que la razón es incapaz de explicar. Tanto, que hasta se le perdona sufrir del síndrome del vídeo vertical.

Intérprete desconocido, Amarillo es mi color (versión de un tema de Luis Quintana), 2014.