Tres (más una) lecturas
Este Día del Libro ha arrancado con un correo de una librería que me informaba de que ya puedo pasar a recoger un ejemplar que les había encargado –por si mi lista de pendientes no era ya suficientemente larga– y que habían tenido que pedir a la editorial. Esta curiosa coincidencia me ha recordado que no hay que perder las buenas costumbres, así que, como cada 23 de abril desde hace ya cinco años, voy a recomendar algunas lecturas.
En esta ocasión recupero el espíritu inicial de esta tradición, trayendo tres de los libros que espero leer en los próximos meses –alguno lo estoy disfrutando ya– y, junto a ellos, uno que ya he leído. Espero que los disfruten tanto como pienso hacerlo yo.
–De qué hablo cuando hablo de correr (Tusquets, 2010, 232 págs.): En este ensayo, el autor japonés Haruki Murakami reflexiona acerca de la influencia que ha ejercido su afición a correr en su carrera de escritor y en su vida personal. Cuentan quienes ya han leído esta obra que correr y escribir se han convertido en una actitud vital del escritor. Después de casi dos años corriendo regularmente y más de 1.200 kilómetros acumulados en las piernas, ya va siendo hora de descubrir de qué habla Murakami cuando habla de correr.
–Defensa cerrada (Maxi Tusquets, 2012, 416 págs.): Tras haber conocido al comisario Kostas Jaritos enfrentándose a criminales que parecen tener como objetivo vengarse de aquellos que han llevado a Grecia a la brutal crisis económica que mantiene en pie de guerra a la sociedad helena desde 2010, creo que ha llegado la hora de descubrir cuáles eran los crímenes que tenía que resolver cuando el país creía nadar en la abundancia. Políticos corruptos, poderosos sin escrúpulos, empresarios de dudosa reputación y sórdidos personajes de las más altas y bajas esferas conforman el universo delictivo al que, una vez más, debe enfrentarse el personaje creado por Petros Márkaris, en una de los primeros títulos que conforman esta ya longeva saga.
–El lector (Anagrama, 2000, 216 págs.): Tras reponerse de una enfermedad, el adolescente Michael Berg se enamora de una mujer madura a la que cada día lee fragmentos de obras de Goethe, Schiller, Tolstoi o Dickens. Años después, descubrirá oscuros secretos del pasado de su antigua amante que le llevarán a replantearse conceptos como el amor, el horror o la piedad. Sólo dos páginas al azar de esta novela de Bernhard Schlink bastaron para convencerme de que tenía que incluirla en mi lista de pendientes.
–Luna caliente (Alianza, 2014, 160 págs.):Ramiro Bernárdez es un joven abogado que regresa a la Argentina dictatorial tras finalizar sus estudios en Francia. Invitado por un médico amigo de su padre a cenar en el bochornoso Chaco, conoce a su hija Araceli, una sensual e irresistible adolescente que convierte la figura de Lolita en una recatada novicia. Trepidante y agobiante, este negrísimo relato firmado por Mempo Giardinelli amenaza con no dejar indiferente al lector que se atreva a dejarse llevar por sus vertiginosas páginas cargadas de sexo, violencia y desesperación. Recomendada por Alexis Ravelo, todavía no he encontrado un lector de esta novela no apta para todos los públicos al que la figura de Araceli no le haya causado la misma impresión que a su protagonista.
Si estas recomendaciones les han sabido a poco, aunque nunca está de más acercarse a la obra de García Márquez, tal vez ahora sea la mejor ocasión de descubrir su universo. O de redescubrirlo. No se me ocurre un mejor homenaje para celebrar este Día del Libro en el que la Literatura hispanoamericana se siente un poquito más huérfana que hace una semana.
Otras recomendaciones por el Día del Libro en Un canario en Madrid:
2009: 23 de abril: Tres lecturas y Cinco (más una) lecturas.
2010: Tres lecturas y un propósito que cumplir.
2011: Tres lecturas.
2012: Tres nuevas lecturas.
2013: Tres lecturas para el 23 de abril.