Una vieja mató un pollo

Nada mejor para celebrar este Martes de Carnaval –que en Madrid no es festivo– con una pequeña adivinanza, en forma de una de las coplillas que, cuenta mi Abuela, solía recitar su padre:

Una vieja mató un pollo
un Martes de Carnaval
y se lo comió un Domingo,
antes de en Cuaresma entrar.

Para los que no estén muy al tanto del calendario cristiano, sólo señalaré que la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza, esto es, el día siguiente al Martes de Carnaval. Por tanto, lo que hay que averiguar es de qué manera se comió el pollo, sobre todo teniendo en cuenta que en la época en que mi bisabuelo contaba esta historia no existían los congeladores de cuatro estrellas.

Pueden dejar sus propuestas en los comentarios –quién conozca la respuesta, por favor, que se abstenga– y mañana, Miércoles de Ceniza, daré la solución.

Solución (un poco tardía): Como muy bien apuntan por ahí debajo, la única forma posible –que yo conozca, al menos– de comerse un pollo sacrificado un Martes de Carnaval, un Domingo y antes de que empiece la Cuaresma es que se lo coma una persona llamada Domingo ese mismo Martes de Carnaval.

Como muy bien indica la navaja de Occam, la solución más simple siempre suele ser la correcta. Claro que también es cierto que este acertijo se vuelve mucho más complicado cuando se plantea de forma oral y no escrita.