Contactos chalet, chicas 24 horas
Esta mañana, de camino al periódico, volví a pasar por delante del chalet del que hablé hace justo una semana. Su puerta sigue precintada con cinta de la Dirección General de la Policía. Sin embargo, a su derecha, el portero automático aparecía rodeado por dos nuevos carteles –ayer no estaban allí– en los que, junto al número de teléfono se volvía a leer: “Contactos chalet, chicas 24 horas”.
En resumen, o han reabierto el “negocio” en otro lugar o la competencia se está aprovechando de este cierre forzoso. Y, para ser sincero, después de leer algunas noticias recientes, ambas posibilidades me parecen igualmente asquerosas.