De procesión por Vegueta
Esta pasada Semana Santa he aprovechado mi estancia en la Isla, como cada vez que voy, para salir con los amigos. Creo que, ahora que estoy fuera, nos vemos más que antes. Últimamente, además, nuestras salidas ya no son como antes. Ahora suelen limitarse a una cena, una vueltita por un par de garitos y a casita más o menos temprano, porque mañana hay que trabajar y los excesos ya comienzan a pagarse.
En este último viaje a la Isla, nos tocó Vegueta. Así que, después de unas cervezas en el McCarthy’s y una cenita a base de picoteo en la Alquitara, en la que no podían faltar sus premiados pimientos rellenos, tocaba cruzar el Guiniguada y plantarse en un barrio de Vegueta en el que, tras las solemnes procesiones, los cofrades y nazarenos dejaban paso a un tipo de procesión diferente: la que cada noche va de local en local.
Tengo que reconocer que con la peatonalización de Mendizábal, la vida nocturna en la zona ha gando muchísima calidad y cantidad, para desesperación de los vecinos y mayor negocio de los dueños de los locales, por lo general abarrotados. Cada vez que salimos por Vegueta me encuentro un par de pubs nuevos o que no conocía. También es cierto que nunca he sido de los que salían todos los fines de semana.
Sin embargo, esta última noche me he dado cuenta de una cosa. Parecía que sólo hay dos tipos de bares y pubs: los que están llenos de treintañeros, donde puedes tomarte un botellín de Tropical de los de toda la vida por un euro, o los que abarrotan universitarios imberbes, en los que una copa no cuesta menos de cinco euros. En cualquier caso, en los primeros bajábamos la media de edad del público y en los segundos la subíamos. Parece ser que, al menos esta Semana Santa, procesionábamos de local en local en tierra de nadie.
Aún hoy sigo sin saber dónde se había metido la gente de mi edad, porque al día siguiente fui al Centro Comercial Siete Palmas y allí sí había. Debe ser que los que vamos rozando la treintena ya no estamos para muchos trotes y preferimos ir dejando paso a los nuevos veinteañeros, antes de empezar a frecuentar otro tipo de locales. Por eso, cada día me sorprende menos acabar en el muelle deportivo y que, al llegar, el portero del Sotavento nos deje pasar antes que a esos posadolescentes que llevan un buen rato haciendo cola en la entrada.
Tienes razón,Vegueta aumenta cada dia ,ahora existe radio Vegueta,que después de que malas personas les invadieran su dial emiten por internet,con mas ilusion que antes.
http://www.radiovegueta.com
Que malas lenguas
Invadir?
Se nota que quien firma a nombre de René no sabe lo que es una invasion.
Que guay eso de hacer publicidad en otras paginas y gratis, jajajaja.
Ahora me toca a mi, visiten http://www.gentedecanarias.com .
La envidia mata a la gente, gente de canarias,Diós está en algún lugar y te cortará algún dia tu alegría o te la cortaré yo personalmente,ya me tocará…te la tengo guardada hasta que me muera.
¿Pero alguien sabe de qué va esto? Un poco de tranquilidad señores… 😉