Un nuevo vistazo al papel de España en Eurovisión

Si algo he aprendido en los tres años y poco que llevo alimentando este blog es que escribir sobre el Festival Eurovisión es una forma segura de aumentar el número de visitas. Lo pude comprobar hace poco más de un año, cuando el Friki me obligó a escribir una serie de entradas con las mejores clasificaciones obtenidas por España en los últimos treinta años. No es algo de lo que me sienta especialmente orgulloso, pero tuvieron bastante éxito.

Tal y como se ha encargado de recordarme el Friki, al concluir esa serie prometí que este año tocaría echar un vistazo a los peores resultados que ha cosechado nuestro país en el concurso en estos últimos treinta años, una tarea que nos permitirá comprobar si es cierta esa percepción de que lo único que hace últimamente España en el Festival es el ridículo.

Así que, a poco menos de una semana de que España se pegue su próximo batacazo –que no es que yo lo quiera; de hecho me alegraría que Daniel Diges firmase un buen resultado, pero para ser sincero, no creo que vaya a ser así– aquí me tienen, a punto de destruir mi escasa reputación a cambio de un puñado de visitas extra en el blog.

Antes de empezar a desgranar las joyas musicales con las que hemos hecho el ridículo en Europa y para que vayan abriendo algo de boca, les recuerdo los temas con los que casi hemos tocado la gloria:

–Un vistazo al papel de España en Eurovisión (I).

–Un vistazo al papel de España en Eurovisión (II).

–Un vistazo al papel de España en Eurovisión (III).

–Un vistazo al papel de España en Eurovisión (IV).