Charlas de peluquería
Desde que me dejé la barba, me la suelo arreglar en una barbería que comparte local con una peluquería de señoras. Ambos espacios están separados por un tabique que no llega hasta el techo.
Cuando te están afeitando no puedes hablar, así que te relajas y te limitas a escuchar. Y hoy, al otro lado de la pared, hablaban de asuntos como el repentino fallecimiento de Paloma Gómez Borrero, la recepción del Papa a los líderes europeos, de que Trump lleva solo dos meses en el cargo, pero «parecen seis años por todas las barbaridades» que ha dicho o cometido o de la propensión del «amado líder» norcoreano a «eliminar» a todo aquel que le lleve la contraria.
Para que luego digan que en las peluquerías, lo único que hacen las mujeres es cotillear y hablar de Sálvame y las revistas del corazón.
Por suerte, aún hay esperanza.
[Fotografía de Jo_Johnston/Pixabay]