Frase de la semana
"Concédeme tres deseos
Estrellita del Oriente
Que el campo está floreciendo
Y el trigo ya está maduro
Que la flor del año nuevo
Ya está abriendo su capullo"
Gloria Estefan, 'Estrellita del Oriente'
Batiburrillo Allen
Cuando uno acude al cine a enfrentarse con una nueva película de Woody Allen, nunca sabe con lo que se va a encontrar. Da igual todas las críticas que haya podido leerse antes, porque siempre van a ser contradictorias. Y eso precisamente es lo que ocurre con A Roma con Amor, cuarta producción del neoyorquino bajo el paraguas de Mediapro. Mientras algunos cuentan maravillas de ella, otros aseguran que se trata de una obra mediocre más, signifique eso lo que signifique cuando hablamos de Allen.
Después de verla, he llegado a la conclusión de que todos tienen razón. Su punto de vista depende exclusivamente de en cuál de las cuatro películas que forman esta irregular comedia que reúne (casi) todos los temas típicos y tópicos del universo de Allen se hayan fijado a la hora de emitir su juicio crítico.
Aviones de papel
Ayer, mientras intentaba sobrevivir a una carrera de casi 9 kilómetros (sorprendentemente, tres meses y pico después y un par de kilos menos continúo corriendo) en medio de una atmósfera bochornosa y asfixiante, intentaba ordenar los fragmentos de otro extraño sueño protagonizado por incidentes aéreos que había tenido la noche anterior.
En medio de mis infructuosos intentos por sacar algo en claro de ese sueño, me acordé de un vídeo en el que un A380 de Air France golpea la cola de un CRJ-700 en el aeropuerto JFK de Nueva York y le hace dar un giro de 90 grados como si fuera de papel. Aunque todo quedó en un susto, no quiero ni imaginarme lo que sentirían en ese momento los 66 pasajeros del CRJ.
Ocurrió en abril de 2011 y en mi último sueño pasaba algo así.
El otoño vi llegar
Tras más de dos semanas de un calor constante y casi insoportable, parece que el otoño se ha decidido a llegar. Desde la madrugada lleva lloviendo casi sin parar y, aunque la sensanción de bochorno aún persiste, la temperatura ha caído unos cuantos grados y el aire que corre –en ocasiones racheado y un tanto incómodo– es, al fin, fresco. Hoy vi llover. Y espero que, junto a la tan necesitada lluvia, al otoño viera llegar. Empezaba a estar harto de tanto verano.
Armando Manzanero, Esta tarde vi llover, 1968.
Revisitando a «la chica de la curva»
Hace ya unas cuantas semanas que me encontré con este simpático corto de David Galán Galindo y, por unas cosas y otras, se me había pasado compartirlo. La historia, que en tan solo tres minutos y medio nos ofrece una visión alternativa y un tanto disparatada de la conocida leyenda urbana de «la chica de la curva», fue finalista en la X edición del NoTodoFilmFest y está protagonizada por la majorera Mariam Hernández, que, visto lo visto, se está convirtiendo en una cara fija de este evento.
David Galán Galindo, Curvas, 2012.
Vía: Microsiervos.
Yo voy
Después de haberme perdido el II Congreso Iberoamericano de Redes Sociales en Burgos y de la excelente experiencia de las IX Jornadas de Blogs y Medios de Granada, este otoño que está a punto de empezar, llega con dos citas imprescindibles para quien quiera estar informado de lo último que se cuece en la red: EBE e interQué. Dos eventos a los que no puedo faltar, tras las ediciones de transición y consolidación, respectivamente, que celebraron el pasado año. Ambas citas vuelven a ser mis imprescindibles de otoño.
La afición al completo
«El corazón tiene razones que la razón no entiende» es una frase atribuida al científico francés Blaise Pascal que podría aplicarse a los seguidores de cualquier equipo de fútbol. Precisamente en esa irracionalidad sobre la que subyace una afición que lleva a miles de personas a sufrir como propias las derrotas de su equipo y a festejar las victorias como si no hubiese un mañana se encuentra la base de la última campaña publicitaria de Tropical.
El Bolero de Ravel como (y donde) nunca lo habías escuchado
Ya sé que tiene algún tiempo, pero no he podido resistirme a traer por aquí esta impresionante versión del famoso Bolero del compositor francés Maurice Ravel que interpretó la Orquesta Filarmónica de Copenhague el pasado 2 de mayo de 2011 en plena Estación Central de la capital danesa.
Sin duda, un buen ejemplo de que, a pesar de lo trillado que está ya el género, los flashmob aún pueden sorprender. Quizá su única pega sea que no interpretan la pieza al completo.
Copenhagen Phil, Flash mob at Copenhagen Central Station, 2011.
Gracias, Eowyn.
Recuperando el control
Después de dos semanas mucho más estresantes y alocadas de lo que me hubiera gustado, con las que, parece, se ha puesto fin a lo que quedaba de verano –aunque el calor no haya mostrado intenciones de abandonar estas benditas islas Canarias–, emprendo mi enésimo –y por el momento último– intento de recuperar el control de mi vida.
Fraude aéreo
Leía anoche en Canarias7 una noticia firmada por Efe sobre la entrada hoy en vigor de la obligación de presentar el certificado de residencia para acceder a la bonificación en el transporte aéreo y marítimo a los residentes no peninsulares –hasta ahora la residencia se acreditaba con la simple presentación del DNI– y cuyo objetivo es «evitar fraudes» en la aplicación de esta subvención.
Entre otras cosas bastante interesantes, el texto contiene las dos perlas que reproduzco a continuación y que explican muy bien de qué va –o debería ir– esta medida:
«Un grupo de 33 pasajeros realizaron más de 200 trayectos en 2011 y consumieron, de media, unos 10.000 euros de subvención por pasajero».
«Se ha comprobado que casi un millón de euros del presupuesto ejecutado en 2011 fue a parar a un reducido grupo de 231 pasajeros y que una sola persona viajó 465 veces el pasado año con estas subvenciones».
Hermano mayor en versión Simpson
Hablando esta tarde con unos amigos que están a puntito de ser padres de cómo (no) se debe educar a un hijo y las historias tan duras que muestran programas como Hermano mayor, no pude evitar acordarme de este vídeo que tuiteó hace unos mesese el propio Pedro García Aguado y que llegó a mi time line a través de una cadena de retuiteos, en el que Bart se convierte en «un preadolescente problemático, violento, y adicto a las drogas. Su padre, aficionado a la bebida y al póker falleció cuando él era muy pequeño, desde entonces no ha vuelto a ser el mismo. No acepta a su padrastro y a su madre le grita y falta al respeto».
Brutalmente real.
PongaloEnH, Hermano mayor versión Simpsons.
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Un canario en Madrid 